Escribo para dar un gran agradecimiento a la Legislatura estatal de Texas por sus esfuerzos en la aprobación de la Resolución Concurrente 3 del Senado, la cual condena la práctica del régimen comunista de China de la sustracción forzada de órganos vitales (de personas que siguen una fe). También, felicitaciones al Gobernador Abbott quien el 7 de junio firmó la Resolución.

SCR3 (por sus siglas en inglés), aprobada por unanimidad en la Cámara de Representantes y el Senado de Texas, llama la atención a la práctica del Partido Comunista de China (PCCh) de abastecerse de órganos para trasplantes de presos de conciencia detenidos. Por lo general estos son practicantes de Falun Gong, pero también es muy posible que entre ellos se incluyan budistas tibetanos, cristianos de las Iglesias Caseras, y miembros de la minoría étnica musulmana uigur.

Falun Gong (también conocido como Falun Dafa), es una práctica de meditación que se originó en China basada en la Escuela Buda y centrada en los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia. La práctica fue prohibida por el Partido Comunista de China en el 1999 debido a su naturaleza espiritual y su enorme popularida (el propio PCCh estimó más de 100 millones de practicantes).

Según múltiples investigaciones, desde entonces, los practicantes se han convertido en el blanco de una brutal persecución y de la sustracción forzada de órganos en China.

Como señalado en la SCR3, aún con el sistema bien desarrollado que tiene EE. UU. para la donación de órganos, el tiempo de espera para un órgano compatible puede tardar cientos de días. Sin embargo, los centros de trasplante en China pueden programar una cirugía de trasplante dentro de dos semanas de tiempo, “sugiriendo un conocimiento previo nefasto con respecto a la ‘donación’ de estos órganos”.

La disponibilidad de órganos en China ha atraído pacientes de trasplantes de todo el mundo, incluidos los estadounidenses. SCR3 aborda este problema alentando a la comunidad médica a educar a los tejanos sobre los peligros de viajar a China para ser trasplantados, de modo que puedan evitar “involuntariamente involucrarse en asesinatos en forma de extracción forzada de órganos de presos de conciencia”.

Lo que está sucediendo en China afecta a creyentes de toda fe. Soy de Puerto Rico y me crié en la fe católica. Estoy muy consciente de la difícil situación de los cristianos en China. Actualmente practico Falun Gong y cuento entre mis amigos varios sobrevivientes valerosos de la persecución en China. Es alentador ver a la Legislatura del Estado de Texas asumir este grave problema.

Enfrentar el problema de la extracción forzada de órganos es importante no solo para los tejanos, sino para toda la humanidad.

Para la referencia del editor: https://legiscan.com/TX/text/SCR3/id/2242639 y https://chinatribunal.com/ y https://endtransplantabuse.org/ y https://asociacionfalundafa.org.ar/sustraccion-forzada-de-organos/ y https://es.faluninfo.net/