El debate sobre las opciones escolares ha alcanzado un punto álgido en Texas, y la legislatura estatal está un paso más cerca de hacer historia al aprobar por primera vez las opciones escolares privadas en el estado de la Estrella Solitaria.
Durante la sesión especial, en la que el Gobernador Greg Abbott convocó para promover las opciones escolares, el Proyecto de Ley Senatorial 1 ya fue aprobado por el Senado. Este proyecto de ley promulgará una Cuenta de Ahorros para la Educación (ESAs por sus siglas en inglés) para casi todas las familias de Texas, proporcionando $8,000 por estudiante para cubrir sus gastos educativos.
Yo testifiqué con orgullo en apoyo de la SB 1, pero aún queda trabajo por hacer en la Asamblea. Como líder y madre hispana, sé que la libertad educativa es una necesidad imperiosa para el estado de Texas. Fue desalentador ver a el sindicato de maestros de Texas abogar en contra de darle a las familias necesitadas, la posibilidad de elegir la escuela que mejor funcione para sus hijos(as), pero eso no es nada nuevo.
Aprobar las opciones escolares en Texas requerirá valentía. Será necesario poner a los estudiantes en primer lugar y no a los intereses del sindicato de maestros, ya que están más preocupados por mantener su poder que por ayudar a los estudiantes o educadores. Yo sé esto de primera mano porque trabajé para un sindicato de maestros y dejé la organización después de darme cuenta de que en aquel entonces no estaban haciendo nada para ayudar a los estudiantes o a los educadores, y aún no lo están haciendo.
A pesar de la campaña con desinformación que está lanzado el sindicato, la necesidad de tener programas de opciones escolares es especialmente grave en Texas, ya que muchos estudiantes de color han sufrido las consecuencias de estar en un sistema de educación publico que no funciona y que les ha fallado por decadas. La pandemia exacerbó aún más los problemas e hizo que la educación de los estudiantes sufriera aún más.
Según los puntajes más recientes de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP por sus siglas en inglés), el Estado de la Estrella Solitaria tiene serias brechas de rendimiento. Los estudiantes afroamericanos e hispanos de cuarto grado están casi dos años por detrás de sus compañeros blancos en lectura y matemáticas.
Cuando las familias pueden elegir la mejor escuela para sus hijos(as), los estudiantes prosperan. De hecho, hace apenas unas semanas, mientras visitaba River City Christian School — una escuela privada de San Antonio que atiende a un alto porcentaje de niños(as) latinos con discapacidades — conocí a una madre que me dijo que tenía que tener dos trabajos para poder pagar por la colegiatura, pero que ha sido la mejor decisión que ha tomado para su hijo. La escuela anterior de este estudiante había dicho que el niño no podía aprender, sin embargo, ahora su hijo está aprendiendo y prosperando en esta nueva escuela.
Historias como esta no son lo único que demuestran que las opciones escolares funcionan. La Florida, un líder desde hace mucho tiempo de las opciones escolares, ha prosperado y recientemente pasó del puesto número 43 en la clasificación de educación, a estar ahora en el puesto número 1, según U.S. News & World Report.
Lo académico no es la única razón por la que los padres buscan opciones escolares. Quieren que sus hijos(as) se sientan seguros en la escuela, quieren apoyo adicional, aulas menos superpobladas, actividades extracurriculares, valores compartidos y un escape del acoso escolar.
Los ricos ya tienen opciones escolares porque tienen el dinero para pagarlo, pero a menudo los estudiantes de bajos ingresos carecen de las mismas opciones. Desafortunadamente, deben soportar un sistema de escuelas de bajo rendimiento persistentemente impuestas por códigos postales.
Cómo chilena-estadounidense de primera generación, entiendo la lucha de mi comunidad porque yo enfrenté los mismos desafíos mientras crecía. Yo era hija de una madre soltera pobre que no sabía leer. Necesitaba apoyo extra porque no lo tenía en casa, pero nunca lo recibí. Recuerdo que crecí sintiéndome como un fracaso: me pasaban de grado en grado, pero en realidad no aprendía como debería haberlo hecho. Perdí la confianza en mí misma.
Y aunque mi madre quería algo mejor para mí, no teníamos los medios económicos para pagar otra escuela. Vine a los Estados Unidos en busca de oportunidades y, después de mucho trabajo duro, perseveré y pronto me graduaré con un doctorado en Asuntos Públicos.
Para mi sorpresa, descubrí que historias como la mía no son poco frecuentes en esta nación. Por eso trabajo a diario, para que la próxima generación tenga más oportunidades que yo. Abogo por las familias que esperan escapar de la pobreza dando a sus hijos(as) acceso a una educación de calidad. Pero para que los Estados Unidos ofrezca esperanza y oportunidades de éxito, debemos arreglar el sistema educativo K-12.
Por lo tanto, ahora es el momento de tomar liderazgo en Texas. Ahora es el momento de controlar los intereses y trabajar con el Gobernador Abbott para tomar medidas audaces y unirse a la revolución educativa que azota a los Estados Unidos. Es hora de responder a los padres y madres de familias que exigen libertad educativa y poner el sueño americano al alcance de todos los tejanos.
– Valeria Gurr es una Senior Fellow del American Federation for Children. Es una apasionada defensora de las opciones escolares, particularmente para las familias desatendidas, y fundó la Federación Americana Para los Niños en español. Para obtener más información, visite https://www.federationforchildren.org/staff/valeria-gurr/.