Una de las realidades de nuestra vida actual, es que la realidad parece estar definida por el continuo bombardeo de información que recibimos por muchas vías, y casi constantemente. Lo cual a alguien de mi edad nos parece parte de una película de ciencia
ficción.
Aunque, por otra parte, el problema que veo es que nuestra atención, a veces me parece que está dirigida, como la luz que mueve a un gato de un lugar a otro, tratando inútilmente de atraparla. Y lo que ayer era la más importante noticia en los medios de comunicación, se convierte, por efecto de otras noticias, en el cajón olvidado de lo que parecen tan sólo recuerdos Y la pandemia por COVDI, no es excepción a esta regla. Pero por un momento, quisiera nuevamente distraer la atención de otras muchas noticias y recordar (nos) que si bien estamos un tanto hartos. También es cierto que en general nos hemos desensibilizado y bajado la guardia. Pero sin tratar de ser alarmista, pero sí de mantener una visión objetiva de la que se ha convertido en nuestra realidad. Permítanme recordar algunos números.
Desde una de las fechas consideradas como inicio de la pandemia, en marzo de 2020 hasta hace un par de días. EL Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, tiene reportados, únicamente en el condado de Bexar 6,185 fallecimientos. Y en todo el estado de Texas 87,276. Y si estos números, no nos invitan a la reflexión…ya nada lo hará.
Si bien es cierto que, en los últimos meses, los casos reportados, en su mayoría causados por la variante “omicrón” han sido en general menos graves, la transmisión de la infección ha sido más alta. Y esto en sí es un problema muy grave. Pues al aumentar la propagación del virus, se acelera la aparición de nuevas variantes. Y esas variantes representan que la inmunidad que se obtuvo en el pasado, ya sea por haber tenido la enfermedad, o por haber sido vacunado, pueda no ser suficiente.
Y tristemente, casi todos somos culpables de haber disminuido, nuestras medidas de protección, ya sea, por el sentimiento de seguridad que nos dio la vacunación, como por la disminución de los casos severos. Y desde luego, todos conocemos a aquellos en los que simplemente existe falta de responsabilidad para con los demás.
Pues no debemos olvidar que aún continúan siendo infectados y algunas veces muy seriamente, individuos con condiciones médicas previas o con un estado de salud frágil; y aún individuos que podríamos considerar en general sanos, se cuentan entre estas tristes estadísticas. Y no sólo entre las estadísticas de mortalidad, pero también con diferentes tipos de secuelas. El Centro de Control de Infecciones de los Estados Unidos dice (en copia textual):
“Vacunarse, reduce el riesgo de enfermarse gravemente, ser hospitalizado y morir a causa del COVID…” Yo humildemente , por su salud, les recomiendo, por favor consulten con el profesional de la salud en que confíen y que les conoce, cuáles son las recomendaciones para usted en particular.