Es un hecho que la mayor parte del mundo conoce el nombre del Dr. Fauchi, y es identificado tan fácilmente como cualquier Kardashian (Bueno, quizá exagero).
50 años de haber estado involucrado, o al frente, de muchos de los problemas de salud de los cuales el público en general pudo o no haberse percatado. Finalmente, escuchamos la noticia de que se retira.
Lograr sobrevivir en la política de salud, (o en cualquier otra política) durante tantos años es todo un reto. Si agregamos el estar directamente al frente de tantas controversias como hemos vivido en los pasados años de esta pandemia, ese es otro reto. Y si agregamos el que alguien hubiera logrado contravenir los comentarios del presidente en turno (El anterior) aclarando que tales comentarios “No tenían ninguna base científica”. ¡Me quito el sombrero! Ya ni que mencionar de cuando ‘dicho presidente’, se refiere en público a ‘dicho funcionario’ como: “…es un idiota.”. Y a pesar de todo, logra volver a un puesto de liderazgo.
Es cierto que la pandemia de COVID ha sido un ejercicio de humildad en muchos aspectos, pero aún más en las decisiones de Salud Pública. Nótese que no estoy segura de llamarle, la presente pandemia, o la anterior, o la conjunta con la nueva pandemia…Pero, en fin, ese es otro tema.
Siendo, esta su servidora, uno de los MD que también son MBA (Maestría en Administración de Salud), lo único que podría decir, es: ¡Gracias Dios, por no haber sido yo la responsable de la toma de decisiones a nivel nacional y de que hacer o no hacer durante estos últimos tiempos! Pues si bien, se ha confirmado, una vez más. que cuando los seres humanos nos encontramos atacados, las respuestas a dicho ataque pueden ser muy diversas. Desde el heroísmo de innumerables individuos, muchos de ellos trabajadores de la salud, quienes algunos pagaron el precio último con sus vidas. Hasta los ‘influencers’ que compartieron las más bizarras ideas y actitudes en sus plataformas de comunicación electrónica, y a quienes no temo en llamar ‘responsables’ de muchas complicaciones y aun muertes de algunos que les siguieron.
Al Dr. Fauchi, algunos lo consideraran el héroe, y otros el villano. Pero ¿No es cierto que el héroe de algunos es el villano de otros? Ciertamente, ha habido confusiones en las formas de enfrentar este nuevo virus. Pero esta es la primera vez, en este siglo, que el mundo atraviesa una pandemia así (En 1918, la llamada la influenza española, causó la muerte de, entre 25–50 millones de individuos, como cifra aceptada, aunque otros estiman entre 17 a 100 millones. Y que quede claro que la movilidad de la población mundial era limitadísima, en comparación a la movilidad en nuestros días.
El futuro inmediato para el Dr. Fauchi, probablemente estará lleno de invitaciones a conferencias y quizá algunos libros de memorias. Pero como colega, y como miembro de comunidad a la cual ayudó a dirigir en los más obscuros momentos del COVID, quisiera decirle: Gracias, Buen viaje y Feliz Retiro.